En lugar de obsesionarnos
con tener el mejor físico, tendríamos que luchar por ser las mejores personas
que podamos ser; ser nuestra mejor versión. Deberíamos querer ser una persona
que ayude a los demás, que luche por un mundo mejor y que haga feliz a las
personas. Cuando empiezas a hacer feliz a los demás es cuando tú empiezas
también a serlo. Las personas no queremos juntarnos con gente tóxica, gente
falsa, gente negativa y destructiva. Las personas queremos sentirnos queridas y
felices junto a gente que transmite felicidad y ganas de vivir. Porque vivir es
un regalo, es un hecho maravilloso, y tienes que aprovechar tu tiempo aquí.
Por desgracia, hoy en día
no importa buscar ser mejor persona y no es, para nada, una prioridad. Importa
más la fachada, lo de fuera y la impresión que queremos causar. No te culpo.
Nos han hecho pensar así. Nos han obligado a ser así. Pero está en tus manos y,
sobre todo, en tu mente, poder cambiar esta percepción.
Solo has de preguntarte;
Si fueras otra persona y te conocieras, ¿te gustaría ser tu amigo?
¿Disfrutarías pasando tiempo contigo? ¿Te harías feliz a ti y a los demás?
Sé la persona que te
gustaría tener en tu vida.
L.

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